Entrevistamos a Robert Greenwald, director de cine.
«Cuando presentamos "Iraq for sale", se proyectó la película en 5.000 pantallas distintas durante esa misma semana: cinco de esas pantallas eran cines convencionales, y el resto eran proyecciones que había organizado la gente en sus casas, o en los locales de barrio, en colegios, en iglesias, en restaurantes».